La aTaLaYa CRíTiCa

"No camines detrás de mí, puedo no guiarte. No andes delante de mí, puedo no seguirte. Simplemente camina a mi lado y sé mi amigo".

Albert Camus (1913-1960)



miércoles, 2 de marzo de 2011

¿Por dónde empiezo?

La sensación de ir creciendo por el camino adecuado aviva aún más la ilusión, pero quedan atrás los fracasos y los sinsabores de la derrota que con toda probabilidad fue justa y proporcionada al desvarío que yo mismo provoco. Por eso, para poder llegar a donde queremos siempre es mucho mejor haber sido derrotado en unas cuantas ocasiones, ya que todavía la juventud no me ha abandonado y que a mi edad Alejandro Magno todavía no era ni Rey de Macedonia, me dispongo a emprender con ilusión renovada otra empresa con un mismo objetivo.
Por supuesto que dando por obvio que uno escribe primero para sí mismo y después para los demás, propugnar que este sea un marco encuadrado para la reflexión objetiva de la realidad y conseguirlo sería la mayor de mis alegrías. Porque mi vocación tardía por la literatura me ha demostrado lo difícil que es expresar una idea con las palabra escrita, el merecido honor por los que lo hacen tan maravillosamente bien y el reconocimiento por aquellos que son realmente excelentes. Si yo pudiera escribir como ellos en una pequeña fracción supongo que no me habría ido tan mal en mis otros intentos.
Como dice un gran amigo mío, cuando escribo me alzo en mi pequeña atalaya para describir lo que veo, lo intento con la mayor de las objetividades y siempre buscando la Verdad de las cosas, porque sólo hay una. Porque esa es mi opción, la de desentrañar la realidad de valores superfluos y dañinos que nos harán elegir siempre la opción equivocada, convirtiendo nuestra vida en una mentira que se propaga a la velocidad de la luz. Ese es uno de nuestros grandes fallos, que mientras la mentira ha dado la vuelta al mundo, la Verdad aún no se ha puesto las botas.
Escribiré sobre muchos temas, algunos conocidos y todos ellos polémicos, porque para escribir obviedades sobre vanalidades me enfundo los dedos en unos guantes y me cuido las manos mejor, pero ya que el esfuerzo está hecho crearemos controversia, pero siempre con la Verdad y la objetividad como máximas que nunca deberíamos haber perdido.
Y ahora retrocedo al título de este artículo... ¿Por dónde empiezo?. Hay tanto de que hablar, tanto qué mejorar y tanto por exponer que me faltaría tiempo y talento para poder explicarlo. Así que os emplazo a que me sigáis y perdáis el tiempo leyendo las conjuras de un insensato, y si podéis dejar vuestra opinión sincera y respetuosa seréis más que bienvenidos.
Muchas gracias a todos.

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