La aTaLaYa CRíTiCa

"No camines detrás de mí, puedo no guiarte. No andes delante de mí, puedo no seguirte. Simplemente camina a mi lado y sé mi amigo".

Albert Camus (1913-1960)



jueves, 10 de marzo de 2011

El Valor de la Amistad

Quien más, quien menos podrá decir que a lo largo de su vida ha experimentado y experimenta las distintas características de confianza que significa la amistad. Teniendo en cuenta que la amistad entre dos personas es una libre elección del Ser Humano y que como tal, el apego y la afección por los demás no debería revestir ninguna problemática, la exploración de las distintas situaciones experimentadas en el transcurso de la vida se convierten en inexplicables, y en demasiados casos hasta vergonzosas por la cercanía, por el roce y por la estupidez.
Pero se nos olvida un gran detalle, que no por ser uno sólo, carece de importancia, y es que la amistad, como toda relación humana, se caracteriza por la condicionalidad. Y la condición siempre está presente, aunque no la conozcamos en ese momento, eso no quiere decir que no exista. Mientras que siga existiendo esa conveniencia, ese flujo mutuo de causa y efecto relacional, seguirá perdurando ese intercambio.
Pero las relaciones humanas cambian, no porque la gente cambie (que no es así), sino porque la situación coyuntural se ha extinguido. Lo que tú me proporcionabas antes a mí, ahora me lo proporciona otra persona de mejor modo y que realmente era lo que estaba buscando. Eso define en pocas palabras la magnitud de los cambios relacionales de amistad entre los Seres Humanos (perdón por las mayúsculas).
El valor de la amistad es uno de esos principios que experimentamos desde pequeños. Desde aquel que nos da seguridad, aquel que siempre tiene un SÍ para todo, aquel que comparte tus principios o incluso aquel que juega muy bien al fútbol nos demuestra que realmente no es un valor, es una Condición. La lealtad durará hasta que dure la necesidad. Esa es la mayor de las condiciones.
Las personas se asustan cuando el comportamiento de un amigo cambia cuando se altera su situación, y realmente es lo más normal, porque ya las condiciones han cambiado. El valor de la amistad desvela su verdadera cara, y esa es la de una necesidad de completarnos con el prójimo porque nosotros mismos no somos capaces de hacerlo solos. Eso es lo realmente terrible, eso es lo tremendamente aterrador.
Las personas somos seres sociales por necesidad, y a través de esa necesidad entablamos las relaciones con los demás. Mientras que las necesitemos seguiremos encontrando a gente que deje una huella indeleble y maravillosa en nosotros, pero también sufriremos por la revelación de la Verdad, aquella que duele y nos asquea, aquella que descubre que las personas somos entes egoístas y arrogantes. Como esto yo ya lo sé, no quiero jugar más... ¿Tú juegas?

4 comentarios:

  1. LO de que juega bien al fultbol lo dices por uno que vive en Madrid ahora??? jajajaja
    Atalayo!!!tebngo que decir que tienes mucha razón en lo que se refiere a la amistad en general, pero al particular de esas grandes personas que están ahi siempre. Yo me he llevado muchas buenas sorpresas en la vida, por ejemplo, tú.
    Un abrazo

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  2. Estimado amigo Rafa;

    Muchas gracias por participar, y por tus sabias palabras. Mis ejemplos son pruebas de mi experiencia, que es la que tenemos que tener en cuenta. En cuanto a lo que tú llamas excepciones a la norma, te digo que a lo mejor no me he sabido explicar con claridad, y es que aquí también juegan un papel descomunal los sentimientos, y como he hablado de ejemplos, te pongo uno: Cuando te veo, en cualquier ocasión, me produce una tremenda alegría encontrarte y saber de ti. Pero si yo no me beneficiase de ese sentimiento al hablar contigo, seguramente no te llamaría, ni quedaría contigo, ni querría saber de ti... y viceversa.

    Si no me he explicado con claridad (cosa que creo posible) me lo comentas... jajajaja...

    Un abrazo, y puedo asegurar con cierta lógica, que siempre me alegraré de verte.

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  3. Todo depende de la amistad que tengamos con alguien. Si es superficial, entonces te doy la razón. Si es profunda, ay amigo, entonces nos jodemos con nuestro colega a más no poder y seguimos ahí. Y podrás decir "claro, porque si le animas otra vez te beneficias", pero claro, la vida no es negocio. Esas "condiciones" que dices parecen objetivos marcados en empresas, compañías, etc. y la vida no es siempre comercio, también hay algo de altruísmo, dar sin esperar.

    Me hice esperar pero aquí estoy!!!

    Un abrazo

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  4. Estimado elJose;

    Muchas gracias por participar, cada vez hace más ilusión ver cómo la gente se adhiere y deja su granito de arena, o de letra, en este blog.

    Permíteme decirte que disiento totalmente con tu argumento, ya que no depende del grado de amistad que tengamos. Toda relación humana es condicional. Quizás mi escaso intelecto y mi reducida capacidad literaria han sido suficiente límite como para no poder explicarme mejor, pero lo intentaré para que quede claro, con un ejemplo muy simple: El altruismo del que hablas no solamente ejerce una influencia positiva hacia los demás, sino también en ti, porque eres FELIZ y te sientes BIEN haciendo bien a los demás. Recoges esa satisfacción de tus obras, y obtienes ese beneficio de ellas. No tiene por qué ser material, ya que nunca en este artículo he hablado de cuestiones físicas. Siempre he hablado de emociones, pero que en el caso de la amistad son equivocadas, porque somos egoístas incluso para eso.

    Espero haber podido aclarártelo y muchas gracias de nuevo.

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